AYMARAN DOLL BOLIVIA
ES BUENO
SER MALA
La villana es un arquetipo femenino que provoca miedo y a la vez atrae. Se supone que una mujer que desafía las convenciones sociales y hace lo que le da la gana es peligrosa, pero lo más importante aquí, es que tiene un estilo y sentido de la moda ÚNICOS.
Como dice Ana Von Rebeur: “una mujer malvada, es mucho más nociva que un hombre malvado”. Ah!, si tan solo Hitler hubiese sido mujer….
Ojo que cuando digo “malvada”, no me refiero a mujeres que necesariamente lo sean (especialmente si consideramos que en esta sociedad solo falta que digas lo que piensas para ser una “bitch”), sino a mujeres que pisan fuerte, hacen y deshacen; son odiadas (especialmente por otras mujeres) y que no pertenecen al estereotipo de la “muñequita virginal bien portada”.
Las “malas” que se salen de las reglas, siempre han fascinando a todo el mundo y permanecen en nuestra memoria por siglos: desde Mata Hari , pasando por la astuta Cleopatra , hasta la ex candidata para la presidencia de Francia, la derechista Marie Le Pen, son mujeres fatales que no esconden sus verdaderos y atrevidos deseos, sino que los muestran y los llevan a cabo sin tapujos.
Basta con saber cómo fue que Cleopatra conquistó, o mejor dicho, volvió loco a Marco Antonio: siempre elegía outfits distintos, que la hacían ver como una divinidad femenina inalcanzable, y de hecho cada vez que cambiaba de outfit, parecía ser otra mujer (esto era excitante para Marco Antonio). Ella se conocía muy bien y sabía jugar con la ropa, sabía cómo sugestionar y seducir. Moraleja: ningún hombre es imposible de conquistar.
Volvamos a lo nuestro, la moda ¿Te has fijado en cómo se viste “la mala” de la película? Siempre impecable, con garbo, siempre de blanco…… Así es, la mala generalmente viste de blanco, o lo hace cuando está por volverse malvada. El blanco en el cine está reservado a personajes con mucho poder en su entorno (de hecho tienden a manipularlo) y que al mismo tiempo son bastante inteligentes, y por esto, muchas veces son las villanas las que se llevan estos outfits, coincidentemente.
Las malas no visten de blanco en todas las películas, ni todo el tiempo, pero si cuando tienen que ocultar su verdadera naturaleza, y esto lo hacen con outfits blancos, que son sinónimos de pureza e inocencia , y que posiblemente harán un muy buen contraste manchados de sangre posteriormente. Son algo así como un lobo con piel de oveja.
Cuando estos personajes son llevados a la pantalla grande es cuando la magia ocurre: ningún hombre olvidará el cruce de piernas de Sharon Stone mientras era interrogada por un grupo de detectives, o a Glenn Close en “Atracción Fatal”, ni siquiera a Joan Cusack en la segunda parte de “Los Locos Addams”.
No dudes en vestir toda de blanco, es empoderador y ya sabes, “si le caes bien a todo el mundo, definitivamente estás haciendo algo mal”.